Supera la dependencia emocional

“Si deseas amor, verdadero amor, aprende primero a amarte a tí mismo.”

Te has sentido alguna vez atado mental y sentimental hacia una persona? Al grado de sentir que: ¿tu vida no tiene sentido o razón de ser si esa persona no está a tu lado? ¿Qué lo necesitas para vivir? ¿Qué lo sientes tu mundo o tu todo? Y al final del día te das cuenta, que esos mismos sentimientos de amor también te son dañinos y te preguntas… ¿Por qué no puedo alejarme de esa persona?

¿Sabías que a esta situación se le denomina “Dependencia Emocional”? y que es… ¿uno de los motivos de mayor frecuencia de consulta para los psicólogos?

La dependencia emocional consiste en estar “enganchado” de algo prendido afectivamente a algún objeto, sustancia, situación o persona, de tal manera que no podemos encontrarnos alegres y a gusto en su ausencia.

Cuando se habla de dependencia emocional se hace especial referencia a la dependencia de otras personas, sean amigos, parejas o familia.
Esto afecta tanto a hombres como a mujeres. La diferencia está en que los hombres que pasan por estas situaciones, tienden a ocultarlo mucho más por vergüenza, lo cual agrava de alguna manera el problema.

Esta situación puede vivirse de forma puntual con una relación, pero lo más frecuente es que el patrón se repita con todas y cada una de las parejas que se tienen.

Esta dependencia no se debe a razones más o menos objetivas (económicas, minusvalías de algún tipo…), sino que es puramente necesidad de amor. Quien la sufre es una persona con un miedo tremendo a la soledad y que no concibe su vida sin pareja.

¿Qué nos ocurre durante la dependencia emocional?

Como ya mencionamos, la Dependencia Emocional nos hace sentir atados, mental, emocional y sentimentalmente a una persona. Pensamos y actuamos de tal manera como si necesitáramos de la otra persona para poder estar bien y vivir tranquilos.

Cuando se está en una situación de dependencia emocional, la persona que necesita a la otra, siempre pondrá a dicha persona por encima de sí mismo. Cuando esto ocurre, si haces introspección, normalmente descuidamos actividades, trabajos, familia, amistades u otras personas que nos quieren y también se preocupan por nuestro bienestar y que han estado presentes a lo largo de nuestra vida.

El hacernos dependiente emocional de una persona nos daña, nos sentimos inútiles y con el autoestima caído, desvalorizados. Si la persona, de la cual dependemos emocionalmente decide terminar la relación, en ocasiones podemos llegarmos a enfermar físicamente, padecer insomnio o caer en depresión, perjudicando y entorpeciendo nuestro propio bienestar físico, emocional y espiritual.

Algunas señales de que padeces dependencia emocional

Existen 6 señales o Síntomas de Dependencia Emocional, autoidentificarse como “dependiente emocional”, tal vez resulte complicado e incómodo, porque para quien establece éstas relaciones, todos esas actitudes, conductas y sentimientos forman parte de su normalidad, son comportamientos habituales que uno relacionan con manifestaciones de afecto y amor, de tal manera, que es más fácil y común que los demás lo identifiquen y te señalen que la padeces a que tú mismo asumas ese comportamiento.

Una señal clave es, cuando tu sentido de propósito en la vida envuelve hacer sacrificios extremos, para satisfacer las necesidades de tu pareja.
A continuación te presentamos una lista de los síntomas de la Dependencia Emocional basada en las relaciones de pareja:

  • Prioridad sobre la pareja sobre cualquier otra cosa
  • Idealización de la pareja toda la vida
  • Sumisión hacia la pareja
  • Baja autoestima
  • Miedo a la soledad
  • Búsqueda de aceptación por los demás

Al leer esto, ¿puedes identificar si has estado en alguna situación de Dependencia Emocional?

Si has tenido algún noviazgo, tal vez en algún momento llegó a pasarte e incluso llegaste a sentirte identificado de alguna manera con lo que acabas de leer. Si no es tu caso ¿que pasaría si este si lo fuese?

Si estás pasando por esto, tienes que saber que las personas con Dependencia Emocional, no llegan a tomar en cuenta consejos de familia o amigos, quizá muchas personas podrán decirles por ejemplo, que están en un error al dedicarle todo el tiempo a la pareja, pero simplemente cuando una persona está en estado Psicológico de dependencia, es difícil darse cuenta de ello y si logran hacerlo aun así no hacen nada.

¿Por qué una persona con dependencia emocional le es difícil reaccionar?

Generalmente, las personas llegan a pensar que no volverán a encontrar otra persona como su pareja actual e inclusive si llevan mucho tiempo con la pareja prefieren aguantar y no hacer nada, porque dentro de todo lo que sucede ellos lo ven normal y no imaginan una vida que no sea separado de esa persona.

Hay casos en los que el “dependiente emocional” llega al abandono de sus propias responsabilidades, como las laborales, sólo para satisfacer necesidades de la pareja. El deterioro social, familiar, laboral y personal del dependiente emocional puede llegar a ser devastador.

Si en esa relación hay hijos, con mucha frecuencia se observan comportamientos de falta de respeto e incluso desprecio por parte de ellos hacia el progenitor dependiente. Aprenden a no respetar a alguien que se muestra tan falto de dignidad.

Esto resulta para todos en extremo difícil e incomprensible, puesto que el “dependiente emocional” siempre encontrará mil y una excusas para justificar su comportamiento ante todos y ante sí mismo, surgen de su boca frases tan comunes como: “No lo/la conoces bien” “Me quiere muchísimo” “Yo también tengo la culpa”.

En su mente el “dependiente emocional” piensa, siente y cree verdaderamente que la persona con la que está es superior y considera que todos los demás deben reconocer esto. Lo cual conlleva, a corto o mediano plazo a una ruptura familiar y de amistades que hará que su dependencia aumente al encontrar como único apoyo en el mundo a la pareja. El aislamiento al que ellos mismos se conducen hace que el problema aumente.

¡Destrozando mitos!

¿Y qué tan cierto es esto. ¿Que realmente no volverás a encontrar a otra persona? déjame decirte y desmentirte si llegaste a pensarlo como verdadero, que esto es ¡totalmente falso!

El ser humano por naturaleza, depende de los demás para crecer y socializar con los seres humanos, es bueno dar amor y expresarlo a las personas que quieres y amas, pero no es sano depender completamente de ellos, primero depende y amate Tú. Eso es lo verdaderamente importante: no depender emocionalmente de alguien.

Si ya te percataste de algún indicio o señales de Dependencia Emocional, sólo queda preguntarte a tí mismo ¿cómo lo resuelvo? ¿tiene solución?

Si nunca has intentado trabajar en tu “independencia emocional”, este artículo te ayudará para orientarte, si ya lo hiciste y no dio resultado, es fundamental que inicies cuanto antes una Terapia Psicológica orientada a desengancharse de la pareja, ya que frecuentemente, se pasa al maltrato físico y/o psicológico y muchas veces las personas no lo admiten o no quieren percatarse de su situación.

La persona que está viviendo esta situación, puede llegar a tener la idea de que se tiene que cumplir toda exigencia de la pareja, para tenerla tranquila y feliz, de tal manera que no decida terminar la relación con ella. Esto cabe decir, es otro mito más que muchas personas consideran que debe ser normal dentro de una relación

Cómo superar la dependencia emocional

Como en cualquier situación donde te das cuenta que tienes un problema, la primer pregunta que surge es ¿puedo salir de esto?

¡Claro que sí! Solo tienes que mentalizarte en que puedes hacerlo. Sólo es preciso que quien lo sufre, reconozca que tiene un problema y desee buscar solución. Así que no debes preocuparte, puedes salir de esa situación, si así lo deseas.

Toma un tiempo de reflexión para analizar la situación en la que te encuentras y piensa, si realmente vale la pena seguir de la misma manera. Inclusive puedes hacerte estas 2 preguntas :

  • ¿Existen cosas maravillosas que aún me gustarían disfrutar?
  • ¿Por qué no he llevado a cabo todo eso que siempre soñé con realizar?

Has una lista de todo lo que siempre quisiste hacer, desde quizá lo más fácil hasta lo más complicado esto te mantendrá ocupado y te ayudara a entender que todo lo que tú quieras puedes realizarlo solo, siempre y cuando esté el deseo en Tí de ¡poder lograrlo!

Aprovecha de otras cosas que sean importantes para ti, convive con tu familia. Ve sal a caminar o/a correr, sal con amigos, puedes realizar jardinería, practicar algún deporte, iniciar o concluir estudios académicos, practicar yoga, meditación, etc. Tal vez al principio de iniciar una de estas actividades llegues a sentirte mal todavía, pero debes saberlo, es completamente normal, ten paciencia, ¡Tú puedes! Mientras más le dediques tiempo a esa actividad que te gusta, más dejaras de pensar en esa persona y así podrá ser más fácil superar.

En cuanto al tema de tu pareja en el momento que te sientas preparado y con la confianza de hacerlo sin ataduras, puedes llegar a conocer a otra persona, siempre y cuando recuerdes no atarte emocionalmente a ella. Date cuenta que todos somos diferentes y quizá puedas llegar a encontrar a esa persona especial sin necesidad de depender emocionalmente de ella.

Conclusión

Es importante detectar los hábitos que en ocasiones nos dañan, “la Dependencia Emocional” es uno de ellos. Son hábitos profundamente arraigados, que en ocasiones son difíciles de identificar y cambiar sin apoyo de alguien más.

El primer paso es, reconocer que tienes un problema, el segundo es buscar ayuda u orientación ¡Atrévete a salir de ahí!. De esta manera, no sólo mejorarás tu calidad de vida, sino también tus miedos, tus frustraciones, y tus sinsabores, todo irá desapareciendo por sí solo.

Para lograr esto, tu principal tarea será trabajar en ser una persona más “asertiva” y fortalecer tu autoestima.

Recuerda que éstos son algunos tips de ayuda si estás pasando por esta situación y si ya te diste cuenta y no sabes cómo manejar la situación, entonces busca ayuda. Y no olvides por favor:

“Si deseas amor, verdadero amor, aprende primero a amarte a tí mismo.»

AUTOR: Psicólogo Roberto Azamar

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