¿Alguna vez te ha pasado, que llegas a un lugar y sientes que de inmediato baja tu energía y optimismo? O bien, ¿Cuándo alguien te está contando su vida y de la nada te llega un dolor de cabeza y malestar insoportable?

Por lo que sé, eso sucede cuando te rodean personas que te roban tu energía, se les conoce como personas tóxicas o nocivas, y en los temas de espiritualidad se les llama «vampiros energéticos».

¿Cómo identificarlos?

Algunas personas tienen la habilidad de transmitirte buena vibra sólo con su presencia, pero hay otros que hacen lo contrario y en pocos minutos, tu vida la sientes de cabeza, te hacen sentir estresado, vulnerable, culpable y por supuesto, totalmente agotado.

Los síntomas más comunes cuando tienes un «vampiro energético» en tu vida son: dolor de cabeza, dolor de estómago, opresión en el pecho. Después de ver a esa persona. Al poco tiempo, te sientes inseguro, desmotivado o insatisfecho. Tienes miedo a ser tú mismo y de expresar lo que sientes frente a esa persona.

Si no sabes proteger tu energía, las personas negativas pueden convertirse en un impacto negativo en tu vida. Los efectos pueden ser diversos, dependiendo tu fortaleza, como por ejemplo: dañar tu ánimo de un día perfecto, impedir que salgas adelante en tu vida laboral, lograr que permanezcas solo cuando tú estás buscando amor de pareja, ser una persona insegura o indecisa en cada decisión importante, tu salud no está bien, entre otras cosas.

Curiosamente, estos efectos pasan inadvertidos, las personas no asociamos este tipo de situaciones con las circunstancias inmediatas que nos rodean. Porque generalmente, las personas negativas o tóxicas, forman parte de nuestro círculo cercano de amistades y/o familiares. Porque, cuando coinciden esa persona y tú, la incomodidad en tí, es palpable en tu ser.

La recomendación ideal, es que no tengas en tu círculo cercano a este tipo de personas, créeme, no las necesitas y puedes vivir sin ellas por completo. Claro, a veces no es posible cortar relaciones cuando son familares (directos o indirectos) o compañeros de trabajo, para estos casos, existe una manera de manter a raya, este robo de energía

Lo primero es entender cómo te afectan esas personas.

¿Alguna vez te ha pasado que tienes un amig@ negativ@ que te busca, te llama y parece interesado en mantener tu amistad? Si eres una persona positiva y noble, es muy probable que
sí te haya pasado. Porque, esta persona te busca porque tu energía le sirve y absorbe lo mejor de tí.

Aunque parezca una persona normal, estas personas se alimentan de energía emocional, intoxicando las relaciones que las rodean, no son fáciles de manejar porque no reconocen que actúan de forma inadecuada, siempre están a la defensiva, chantajeando emocionalmente a cualquier persona y en papel de víctima.

Lo que tienes que hacer en todos estos casos es:

– Identifícalos. Al tener claro quién te quita energía y es tóxico en tu vida, lo sabrás por la incomodidad que te causa… Aléjate de forma educada y compasiva

– Dar amor. El amor es la fuerza más grande que existe, funciona para todo, la próxima vez que alguien quiera lastimarte, comienza a sentir amor por esa persona, compasión, bondad y empatía. Y su energía negativa no se te pegará.

– Medita. En ocasiones, la meditación debe ir acompañada de una reflexión, hay algunas personas que nos cuesta trabajo soltar, sabemos de antemano quienes son, que nos hacen daño, pero no nos alejamos… medita, reflexiona ¿por qué? ¿para qué? ¿hasta cuando? Y decide, ponerle fin, ponerle fecha y decisión.

– Trabaja en tí. Tienes que hacer un escudo protector tipo «súper héroe» para protección tuya y contra todo aquel que quiera hacerte daño. Lo primero que tienes que hacer es conocerte, que te gusta, cuáles son tus áreas de oportunidad, no te enganches en discusiones sin sentido, evita opinar eso genera polémica y desgaste de energía, y sobre todo, valórate.

Es sencillo identificar a una persona nociva, normalmente nos hacen sentir pesimistas, deprimidos, nos hacen sentir con poca energía y hasta desesperanzados o molestos, evitarlos puede ser la opción más sana.

Pero también podemos ayudarles a mejorar, poniéndoles límites cuando estén contigo, como pedirles que dejen de criticar o quejarse cuando estén contigo y empujarlos a que solucionen sus problemas, sin necesidad de darle más vueltas.

Si puedes identificar a alguien tóxico en tu círculo social, o tu mismo puedes identificar algunos hábitos nocivos en ti mismo, nunca es tarde para comenzar a cambiarlos y cultivar hábitos nuevos y edificantes

Autor: Eunice de Amancay

 

AMANCAY SBONDI
Productos Integrativos.
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